Erizo

Se les considera animales muy solitarios, buscando la compañía de un ejemplar del sexo contrario exclusivamente en la época de celo. Les gusta más la noche que el día, sobre todo por su escasa predilección por la luz del sol.

Son muy tranquilos, pero pueden mostrarse hoscos ante un exceso de ruido o mostrar signos de estrés cuando se les manipula demasiado. Los machos suelen ser más complicados y huraños que las hembras. La peculiaridad por la que más llama la atención su pequeño cuerpo, que no llega a exceder los 16 centímetros de largo y a pesar está entre los 300 y los 400 gramos, es su armadura exterior repleta de púas que pueden llegar a medir hasta 2,5 centímetros en ejemplares adultos.

Ubicaremos la jaula en un lugar cálido de la casa, con una temperatura de entre 22 y 30º C y la desinfectaremos cada semana.